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viernes, 1 de junio de 2012


Mi alma se nutre con mi propia miseria,
mi arrepentimiento es cobarde,
mis ganas se disipan,
mis órganos se oprimen.
Mi destino se presenta como el más temido crimen,
mis nervios colapsan,
mis miedos se hacen presentes,
mi cordura se oculta.
Mi porvenir es un futuro siniestro,
mi sangre es veneno,
mi latir un puñal periódico,
mi música taladro neuronal.
Mi odio un arma de autodestrucción,
mis recuerdos placeres efímeros,
mi anhelo el dulce néctar del dolor,
mi amor una batalla perdida.

jueves, 31 de mayo de 2012

Poco tiempo y ganas de escribir, de escribirte. Ganas de perderme y encontrarte en cada letra. En los puntos suspensivos que unían nuestras ventanas. En la coma de la gota de lluvia que caía mientras nosotros nos resguardábamos. Secos y empapados en sudor. Frío y calientes en la noche.
Tengo ganas de contar y contarte. De dar una vida por estar contigo. De volver a ser dos que no eran uno, que eran en si mismos pero juntos encajaban en perfecta armonía. De pasar tres días contando tus lunares, como las constelaciones que veíamos cada una de las cuatro noches que me habría perdido contigo. De comer cinco comidas al día, desayuno de sonrisas, almuerzo de besos, comida de abrazos, merienda de caricias y dejar lo mejor para la cena. Y pasar seis horas escuchando tus poemas, relatos o canciones. Y pensar que siete razones me han hecho desearte así.
Contarte que solo con contártelo siento. Y siento que quiero más. Que cuando tu des más yo daré mejor y que mejoraremos juntos si tu quieres. Que mejor que estar contigo no hay nada. Que contigo pasaría todo eso y lo único que pasa es que te escribo.

domingo, 27 de mayo de 2012

"¡Cuánta energía desperdiciamos escondiéndonos unos de otros, temerosos de que se nos conozca, de que nos identifiquen! Pero nosotros hemos sido identificados: cinco locos subidos a un árbol. Es una gran suerte que sepamos cómo hacer uso de esa situación. No tenemos necesidad de preocuparnos por la imagen que presentemos. Tenemos libertad para averiguar quiénes somos en realidad, si estamos convencidos de que nadie puede echarnos de aquí"

miércoles, 2 de mayo de 2012

Algunos perros que duermen a la noche
deben soñar con huesos
y yo recuerdo tus huesos
en la carne
o mejor
en ese vestido verde oscuro
y esos zapatos de taco alto
negros y brillantes,
siempre puteabas cuando
estabas borracha,
tu pelo se resbalaba de tu oreja
querías explotar
de lo que te atrapaba:
recuerdos podridos de un
pasado
podrido, y
al final
escapaste
muriendo,
dejándome con el
presente
podrido.
hace 28 años
que estás muerta
y sin embargo te recuerdo
mejor que a cualquiera
de las otras
fuiste la única
que comprendió
la futilidad del
arreglo con la vida.
las demás sólo estaban
incómodas con
segmentos triviales,                                  
criticaban
absurdamente
lo pequeñito:
Jane, te
asesinaron por saber
demasiado.
vaya un trago
por tus huesos
con los que
este viejo perro
sueña
todavía







CB

miércoles, 11 de abril de 2012

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos."
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como esta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche esta estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque este sea el ultimo dolor que ella me causa,
y estos sean los ultimos versos que yo le escribo.

lunes, 26 de marzo de 2012

Existence.. well, what does it matter? I exist on the best terms I can. The past is now part of my future. The present is well out of hand