The end.

Llegó el momento de sincerarme conmigo misma y con todos vosotros, si es que a alguien le interesa el final de una historia que no hace más que dar vueltas sin sentido sobre un eje que por suerte o por desgracia cedió.
Se acabó, aún me resulta duro pensarlo pero es así, se acabó, ya no podré alegrarme por tener noticias tuyas ni podré sonreír cada vez que te acuerdes de mi ya que se que no lo harás. Aún hay mañanas en las que me despierto, enciendo el ordenador y voy derecha a darte los buenos días, justo cuando lo voy a hacer me doy cuenta de que quizá para ti si lo son, pero para mi esos días no son tan buenos, que yo fui la que te pedí que borráramos toda relación existente y ahora me moriría solo por verte tan solo un segundo.
Me he dado cuenta que escribir es mi única manera de enfrentarme a la realidad, día a día intento evitar pensar en esto, pienso en él, constantemente, pero no pienso en lo que hice, en que me duele, en que aunque no quiera aceptarlo le quiero.
Continuaré estas palabras cuando coloque todos los recuerdos y me cerciore de lo que siento, a partir de hoy esta será mi única vía de escape, no le mencionaré, procuraré no pensar en él, intentaré cortar todo contacto existente. Las vacaciones se ven ya más cercanas de lo que creía, un buen motivo para desconectar y poner en práctica mi nuevo método para olvidarte.