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lunes, 28 de marzo de 2011

A break.

Por fin un descanso, era lo que más necesitaba en este momento.
Una forma de desconectar, de dejar de pensar, de disfrutar, de ahogar las penas, de reír hasta no poder más, de volver a eso que últimamente me costaba recordar, ser feliz.
Lo necesitaba, tanto como a ti, pero ya he comprendido que hay cosas que por mera inteligencia deberían ser evitadas, ahora ando sumida en una fase de desintoxicación, como si de una ex-drogadicta me tratase, intentando olvidar aquellas caricias tan adictivas que a la vez han hecho tanto daño.
 Solo quiero decir a todos los que me conocen, me leen y me acompañaron en ese inolvidable viajes gracias, gracias por ser el valium que me mantiene en un estado de calma al borde de la desesperación, gracias por ser la morfina que hace que dormir no sea un reto, gracias por ser alcohol en el que navegar en busca de respuestas, gracias por ser unas personas tan increíblemente magníficas.
Cuarenta y seis seguidores, cuarenta y seis apoyos, cuarenta y seis sonrisas y cuarenta y seis motivos por los que escribir, mis más humildes y sinceras gracias por invertir parte de vuestro tiempo en estas enrevesadas, aburridas y a veces incoherentes líneas, algún día cuando mi tiempo y mi inspiración me lo permita dedicaré algo más de tiempo a unas palabras de agradecimiento, al igual que vosotros habéis hecho al pasaros por aquí.
Ayer leí un poema antes de dormir que puede que sea mi próximo estandarte, os dejo estas palabras de alguien que si merece la pena leer.

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
 de las dulces infamias y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y de la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar y también alegría.

3 comentarios:

  1. Yo soy muy nueva por aquí, pero me alegro de que poco a poco te vaya yendo mejor en los problemas que tengas ^^
    Bonito poema, por cierto (: Un beso!

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  2. Creo que sí, que este viaje nos puede haber venido muy bien, un respiro. bfff. Ahogamos penas y alegrías en alcohol y reímos como niñas, inolvidable :)

    Te quiero.

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  3. me sumo a los gustosos de las letras que te describen, me sumo a tus seguidores siguiendote con los ojos pero leyendote con la calma. abrazos desde chile.

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