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viernes, 25 de febrero de 2011

With or without you.

Ayer había suficientes motivos para escribir, pero no la fuerza suficiente. Es por eso por lo que, tras tres años, aún se me ponen los pelos de punta cuando te recuerdo. Te echo de menos, mucho, más de lo que te puedas imaginar, echo de menos tu protección, que en estos momentos me habría ahorrado bastantes malos tragos. Nuestros especiales paseos por Antón Martín aún son, en mi memoria, uno de los recuerdos más dulces, que me cogieras la mano y yo sonriera, esa sonrisa que tanto te gustaba, tus ojos siempre me lo decían.
Eso era lo que me gustaba de ti, no necesitaba hablarte, verte ni sentirte para saber que donde estuvieras, estarías pensando en mi y, por supuesto, yo en ti. Tras un año sin ti, todos estos recuerdos me parecen irreales, aún no puedo creer que haya sido tan feliz, gracias a ti, a tu increíble forma de ser y a esa mirada que hacía que no necesitáramos palabras para hablar.
Creo que no hace falta decir que siento todo lo que fue después, aunque creas que no, lo he pasado tan, o incluso más mal que tú, pero últimamente hay algo en mi que me lleva a ser feliz, no se que es, pero ahí está, por lo que dejaré de castigarme y cuando recuerde esto, no lloraré, todo lo contrario, daré mi mejor sonrisa, porque tú te la mereces, ya que tú me enseñaste a sacarla. Dejaré los últimos meses atrás y me acordaré de todos los momentos que aún me parecen utópicos, mágicos, que solo podrían haber sido así contigo.
Siempre te querré, lo sabes.

3 comentarios:

  1. Lo bueno es recordar cada momento que se vive, de la mejor manera...

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  2. Holaaa, muy interesante tu blog, escribes muy bien =) me ha gustado. intentaré pasarme más a menudo. Saludos

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